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Ucrania

febrero 25, 2022

El 24 de febrero de 2022 es una fecha trágica para Ucrania, para Europa y para el mundo. Y para el derecho internacional. El ataque armado de Rusia contra Ucrania es un delito de agresión y constituye una flagrante violación del principio que prohíbe el uso de la fuerza entre Estados establecido en el artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas, una norma imperativa de derecho internacional. Los intentos de justificación jurídica de Rusia, una potencia nuclear, son absolutamente insostenibles: la legítima defensa sólo cabe frente a un ataque armado actual o inminente, no puede basarse en especulaciones de futuro, ni en un supuesto pedido de auxilio de los territorios de Donetsk y Lugansk, que sólo Rusia ha reconocido como repúblicas independientes. Los agravios comparativos alegados por el gobiernos ruso tampoco justifican la agresión y, como dice la declaración de la ESIL, son inmorales y distractivos. El derecho internacional muestra sus límites y su debilidad ante estos casos, pero sus razones son poderosas y su noble objetivo de preservar la paz y la seguridad internacionales permanece intacto.

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