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Las clínicas jurídicas en la enseñanza del derecho en Europa

febrero 23, 2016

Hace unos días tuvimos en la Fundación FIDE un foro de discusión sobre la enseñanza del derecho a través de clínicas jurídicas con Alberto Alemanno (@alemannoEU), un tema sobre el cual Alberto tiene una gran experiencia práctica. Alberto dirige una clínica jurídica con alumnos de HEC Paris y la NYU defendiendo casos a favor del interés público europeo, y ha creado The Good Lobby, una organización que canaliza el trabajo pro bono poniendo en contacto expertos con organizaciones que necesitan ayuda legal. Alberto ha volcado esta experiencia en su próximo libro llamado How Clinical Legal Education is Reforming Law Teaching and Practice in Europe.

El punto de partida es conocido: los métodos de enseñanza del derecho han cambiado muy poco a lo largo de los siglos. La enseñanza del derecho es conservadora. Alberto mostró, además, que la enseñanza del derecho y la profesión jurídica viven mundos distanciados. La profesión jurídica, según Alberto, está experimentando una crisis como consecuencia de una serie de desafíos importantes entre los que se encuentran el cambio de los métodos de trabajo y el abaratamiento de los costes laborales unido a una digitalización que hace posible un acceso directo al conocimiento jurídico. Alberto afirma que hay una mercantilización de la profesión jurídica que lleva a algunos a sostener que nos movemos hacia una “uberización” jurídica.

Sea como fuere, Alberto apuesta por una visión positiva y sostiene que la profesión debe ofrecer un valor añadido a sus clientes. Para él, la mejor manera de lograrlo es mediante “servicios jurídicos no convencionales para clientes no convencionales asesorados por equipos no convencionales”. Para Alberto, la brecha que existe entre cómo enseñamos y cómo practicamos el derecho implica una llamada a la acción, que se hace aún más necesaria si ponemos la vista en los cambios demográficos. En efecto, Alberto señala que en poco tiempo la mayor parte de la fuerza de trabajo global estará compuesta de personas nacidas después de 1985, la generación de los milenarios o millennials del siglo XXI, una generación que muy probablemente no valore de la misma forma que hasta ahora ser socio de un despacho de abogados y que ahondará esa brecha entre enseñanza y práctica del derecho si no se producen cambios significativos.

Alberto sostiene que la brecha entre enseñanza y práctica del derecho se puede solucionar mediante la ampliación de la cultura del ejercicio pro bono del derecho: trabajo jurídico voluntario y no remunerado, generalmente a favor de organizaciones antes que individuos, en defensa del derecho de interés público (public interest law). Según Alberto, todos tienen cosas que ganar en las clínicas pro bono: las universidades porque pueden ofrecer una educación a través de la experiencia, los profesores porque se benefician de una enseñanza profunda y dinámica, y los despachos de abogados porque conocen a clientes que de otra forma jamás asesorarían.

Coincido con Alberto en que, a pesar de las limitaciones estructurales y docentes, los estudiantes tienen una expectativa cada vez más firme de aprender a través de la experiencia en las facultades de derecho. Mediante los programas de clínicas jurídicas se cumple con una función pedagógica que busca mejorar la sociedad con el trabajo de los estudiantes e, indirectamente, se produce una reforma de la educación jurídica que ahora es algo más fácil de implementar como consecuencia del proceso de Bolonia y la europeización de los programas universitarios. En Europa las clínicas jurídicas aumentan en número y tamaño, como demuestran los casos de Polonia, la República Checa, Alemania, Francia, el Reino Unido y también España, donde existen experiencias notables en varias universidades entre las que destaca la Universidad de Valencia. Existen incluso asociaciones de clínicas jurídicas europeas, como The European Network for Clinical Legal Education (ENCLE). Junto a esto, crece también una cultura de juicios simulados o moot courts. ¿Se está produciendo un cambio en la enseñanza del derecho en Europa o se trata de marcadas excepciones?

3 Responses to “Las clínicas jurídicas en la enseñanza del derecho en Europa”


  1. […] inglesa, pero la experiencia y los frutos valen la pena. Como dijo mi maestro Carlos en un reciente post, Moot Courts como el Jessup se enmarcan en un nuevo  (y necesario, por los desafíos actuales) […]

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  2. […] pero la experiencia y los frutos valen la pena. Como dijo mi maestro Carlos en un reciente post, Moot Courts como el Jessup se enmarcan en un nuevo  (y necesario, por los desafíos actuales) […]

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